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14.02.2025

Daily Mercados 14-02-2025

Enero trajo buenas noticias. La inflación general fue 2,2%, menor al 2,3% previsto por el REM. Este es el ritmo más bajo en la era Milei y, además, el menor desde julio de 2020 (1,9%) o febrero de 2020 (2,0%) al excluir la pandemia. De esta forma, los precios retomaron su tendencia a la baja tras acelerarse levemente de 2,4% en noviembre a 2,7% en diciembre.
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La inflación de enero fue la más baja en la era Milei

Enero trajo buenas noticias. La inflación general fue 2,2%, menor al 2,3% previsto por el REM. Este es el ritmo más bajo en la era Milei y, además, el menor desde julio de 2020 (1,9%) o febrero de 2020 (2,0%) al excluir la pandemia. De esta forma, los precios retomaron su tendencia a la baja tras acelerarse levemente de 2,4% en noviembre a 2,7% en diciembre. Cabe destacar que enero fue el primer mes completo tras la eliminación de jure de la alícuota remanente de 7,5% del impuesto PAÍS el 23/12 (de facto, el pago a cuenta por el 95% del tributo había dejado de efectuarse el 23/11). En cuanto a la núcleo, el panorama fue aun más alentador. Tras el rebote de 2,7% en noviembre a 3,2% en diciembre, en enero cedió hasta 2,4%. La medición estuvo en línea con el REM. Se trata del menor ritmo desde septiembre 2020 (2,3%) y desde julio 2019, al excluir la pandemia (2,1%).

La desaceleración de los bienes habría estado influenciada por la eliminación del impuesto PAÍS (embebida en el marco de otras medidas de apertura comercial, que también habrían contribuido). Recortaron a 1,5% en enero desde 1,9% en diciembre y 1,6% en noviembre. Así, por tercer mes consecutivo, esta categoría viajó por debajo del 2%. A su vez, marcó su menor ritmo desde el 1,2% de diciembre de 2017. No descartamos que parte del impacto de la eliminación del impuesto PAÍS se haya trasladado a febrero. Destacamos que tanto los bienes regulados (combustible y tabaco) como no regulados (resto de los bienes) impulsaron a la baja esta categoría. Los bienes no regulados, que son los más relevantes al tener una ponderación de 63,4% en el IPC, desaceleraron de 1,9% a 1,5%, influenciados en gran medida por la eliminación del impuesto PAÍS. En consecuencia, igualaron el ritmo de noviembre, que fue el más bajo desde diciembre 2017 (1%). Por su parte, los bienes regulados mermaron en el margen de 2,1% a 2%.

Por otro lado, los servicios presionaron el IPC al alza al moverse por encima de la inflación general, como viene sucediendo desde febrero 2024, siendo una característica típica de los programas de estabilización con ancla cambiaria. Si bien siguieron mostrando cierta inercia, destacamos que lograron quebrar el umbral de 4% por primera vez desde febrero de 2022, habiendo viajado entre 4,3% y 4,6% entre septiembre y diciembre. Desaceleraron de 4,4% en diciembre a 3,8%. Los servicios no regulados son lo que presionan especialmente al alza a esta categoría al ser los más rezagados. Habían marcado un mínimo en la era Milei de 3,9% en septiembre, pero aceleraron hasta 5,1% en diciembre. En enero, retomaron nuevamente la tendencia a la baja al viajar al 4,7%, aunque destacamos que más que duplicaron la velocidad del IPC general. Como mencionamos en reiteradas oportunidades, en un contexto de recuperación de los salarios reales, los servicios no regulados aún tienen algo de espacio para  recomponerse de las subas no realizadas en los primeros meses de alta inflación de la gestión Milei. En este sentido, representan 16,3% de la canasta del IPC, cuando llegaron a promediar 19,5% entre fines de 2017 y comienzos de 2018, tal vez el último momento deprecios relativos “relativamente alineados”. En tanto, los servicios regulados también colaboraron a que los servicios desaceleren al marcar el menor ritmo desde febrero 2022 (2%): cedieron de 3,8% en diciembre a 2,8% en enero. Recordamos que el gobierno puede influir en la velocidad que viaja esta categoría, que representa 15,2% de la canasta, a través de la administración de los aumentos tarifarios.

Desde otra óptica, los precios regulados desaceleraron, mientras que los estacionales subieron marginalmente desde su baja en diciembre. En concreto, los primeros pasaron de 3,4% en diciembre a 2,6% en enero, a la par que los segundos aceleraron de -1,4% a 0,4%. No obstante, los regulados presionaron al alza el IPC al ubicarse por encima del 2,2% de la general. En tanto, los estacionales hicieron lo opuesto.

Mirando hacia adelante, creemos que el dato de enero podría ser un techo para los próximos meses si el esquema cambiario sigue en pie, que es nuestro escenario base. Esto se debe a que la reducción del crawling peg del 2% al 1% mensual impactará directamente en el ritmo al que viajan los bienes (68,5% de la canasta del IPC) desde febrero en adelante. De esta manera, el Gobierno lograría llegar a las elecciones de medio término con la inflación más baja desde, al menos, 2017. El efecto colateral de esta decisión de política económica será una mayor apreciación del tipo de cambio real multilateral (ITCRM), lo que tendería a aumentar el déficit de cuenta corriente y, en consecuencia, demandaría mayor ingreso de capitales por la cuenta financiera para evitar que el BCRA pierda reservas. Por ello, será clave el tiempo de convergencia de los bienes al crawl de 1% para minimizar la apreciación. Al menos en enero, la apreciación real estuvo en torno a cero, ya que la baja del ITCRM de 0,14% (real brasileño apreciándose y DXY depreciándose en la segunda quincena del mes) será corregido al alza por la inflación local observada 0,1% por debajo de la esperada.


¿Cómo se perfila a culminar la semana la renta fija?

Luego del dato de inflación de enero (ver “La inflación de enero fue la más baja en la era de Milei”), el tramo corto y medio de la curva de tasa fija se mantuvo estable, y los BONCAPs Y BONTAMs registraron aumentos de hasta 0,6%. Este desempeño trajo algo de aire al tramo largo de la curva de tasa fija que viene mostrando cierta debilidad. Sin embargo, con una jornada por delante, este segmento acumula en la semana caídas de entre 0,1 y 0,8% directo y ubica sus TEMs en la zona de 2,1/2,3%. En cuanto al tramo corto, las LECAPs de febrero a mayo subieron de forma modesta entre 0,1/0,3%. Sus TEMs se posicionan en el orden de 2,3/2,5% dándole una pendiente negativa a la curva. En simultaneo, ayer los bonos ajustados por inflación descendieron tímidamente a lo largo de toda la curva tras el buen dato de inflación. Así, dejan pérdidas WTD de hasta 1%.

En lo que respecta a la deuda en dólares, los Globales extendieron la tónica positiva. La deuda soberana hard dollar terminó nuevamente en verde, con subas de hasta 0,7%. Los más beneficiados fueron los bonos cortos: el GD29 trepó 0,7%, el GD30 hizo lo propio en 0,6%, mientras que los más largos treparon entre 0,2% y 0,5%. Este movimiento favorece a nuestro posicionamiento en el tramo corto, a la espera del aplanamiento en la curva de Globales. De hecho, en lo que va de la semana los títulos del tramo corto (GD29 y GD30) son los únicos que avistan retornos positivos mientras que el resto de los títulos descienden entre 1,3/1,7%.


No está vencido quien pelea

Luego de un inicio de semana cuanto menos complicado, el principal índice accionario local logró revalidar en la última jornada la recuperación iniciada el miércoles. De esta manera, en una rueda destacada, el Merval trepó 2,5% hasta alcanzar los US$1.967. Cabe resaltar que la performance registrada ayer es la mejor desde la suba de +4,3% alcanzada el 29 de enero. No podemos dejar de mencionar que el positivo movimiento experimentado en la bolsa argentina se produjo en un contexto favorable para la renta variable a nivel global. Los 3 principales índices estadounidenses finalizaron el día con subas. El Nasdaq fue el de mejor rendimiento, con un incremento de +1,4%, seguido de cerca por el S&P 500 +1,1%, mientras que el Dow Jones hizo lo propio en +0,6%. Adicionalmente, las acciones emergentes también cerraron en verde (EWW +0,9%, EEM +0,6% y EWZ +0,5%).

En este contexto, y quizás como podría ser en algún punto esperable, ninguno de los papeles que componen el panel líder del Merval terminaron en rojo. La culpable que generó la imposibilidad del uso de la frase: “todas las acciones finalizaron en verde”, fue CRES, quien tuvo un día flat. En el podio ganador estuvieron METR (+8,5%), quien acumula +12,6% en las últimas dos ruedas, TGN (+8,2%) y COME (+7,0%). Por otro lado, dentro de las que registraron las menores subas se encuentran (además de la ya mencionada Cresud), MIRG (+0,1%), VALO (+0,9%) y ALUA (+1,3%). En Wall Street los ADRs argentinos mantuvieron la sintonía positiva. En este caso, la única excepción la presentó BIOX, quien registró nuevamente una caída, esta vez de -0,9%, alcanzó un nuevo mínimo de 52 semanas y acumula una baja de 16,8% en lo que va de la semana. Encabezando las subas estuvo TGS (+5,0%), quien fue escoltada por GLOB (+4,5%) y BBAR (+4,0%). En la esquina contraria, DESP (+0,2%), CAAP (+0,4%) e IRS (+0,5%) fueron las menos positivas.


¿Puede la alta inflación frenar a Trump?

El mercado le tomó el pulso a Trump, quien parece estar usando los aranceles solo como una estrategia de negociación. Ayer, el dollar index (DXY) cayó 0,6% y hoy retrocede 0,3%. Por su parte, la 10Y bajó 10 pbs ayer, a pesar del mal dato del Índice de Precios al Productor (IPP).

En cuanto a la política comercial, Trump ordenó evaluar la imposición de aranceles recíprocos contra todos sus socios comerciales, argumentando que el sistema global perjudica a Estados Unidos. La medida apunta a establecer gravámenes país por país para equilibrar relaciones comerciales, considerando no solo aranceles, sino también barreras no arancelarias como subsidios, regulaciones y tasas de cambio. Sin embargo, no los aplicó de inmediato y la estrategia parece ser un punto de partida para negociaciones, como ocurrió con México y Canadá. Por otro lado, Trump dijo que está iniciando conversaciones comerciales con India para abordar el déficit. India acordó aumentar las importaciones de energía desde Estados Unidos, y Trump mencionó que ofrecerían la venta del avión de combate F-35 para profundizar los lazos en defensa.

Con respecto al frente inflacionario, tras el mal dato de IPC, ayer el IPP mostró una dinámica similar, aunque con una lectura diferente. El IPP general creció 0,4% mensual en enero, por encima del 0,3% esperado por el mercado. Además, el dato de diciembre fue revisado al alza de 0,2% a 0,5%. En paralelo, la inflación núcleo, que excluye alimentos y energía, subió 0,3% en enero, en línea con las expectativas, pero el dato de diciembre se corrigió de 0% a 0,4%.

Después de conocerse el IPC de enero, Trump salió a culpar a la administración de Biden por la elevada inflación. Si bien esto puede ser cierto, también es posible que los empresarios se hayan adelantado y ajustaron los precios en enero como cobertura ante futuras políticas del actual presidente. Más allá de esto, lo positivo de los datos de inflación altos es que podrían frenar la actual estrategia comercial. Como mencionamos en otros informes, Biden dejó una economía sólida en términos de actividad y empleo. Sin embargo, uno de los factores que le costó la elección al Partido Demócrata fue la elevada inflación. Paradójicamente, el mismo factor que benefició a Trump en las elecciones pasadas podría volverse en su contra si no logra controlarlo. Como sabemos, Trump es pragmático, y no fue casual que su anuncio de ayer llegara justo después del mal dato de IPC.


Temporada de balances internacional 4Q24:  Coinbase (COIN) y Moderna (MRNA)

Coinbase (COIN)

Luego del cierre de la rueda de ayer, Coinbase reportó resultados significativamente por encima de las estimaciones del mercado, logrando alcanzar los ingresos trimestrales más altos en 3 años. Los revenues de la compañía totalizaron US$2.272 millones y, no solamente superaron ampliamente el consenso de los analistas (US$1.880 millones), sino que registraron un incremento del 138% interanual. Esta línea se mantuvo en lo que respecta al resultado neto, donde la empresa alcanzó un BPA de US$4,7 y logró más que duplicar las proyecciones. Coinbase, que opera el Marketplace más grande de Estados Unidos para comprar y vender criptomonedas, tuvo un volumen récord en el último trimestre del año que ascendió hasta los US$439.000 millones (+185% yoy). En detalle, el volumen del segmento Consumer (que contempla el público minorista) aumentó 224% en comparación con el mismo período del año anterior, mientras que el negocio Institucional hizo lo propio en un 176%. Claramente el exponencial volumen operado se explica por la gran performance que mostraron las criptomonedas en 2024 (BTC +120,8%, ETH +46,1%), las cuales contribuyeron a incentivar un mayor apetito por el riesgo en el público inversor. A esto se sumó también el lanzamiento de ETFs de criptomonedas, que constituyeron otro de los factores que impulsaron el monto negociado. De cara al futuro, Coinbase afirmó que está realizando esfuerzos para diversificar sus fuentes de ingresos más allá del trading (representa el 68,5% de sus ingresos totales, y la mayor parte proviene de traders minoristas). A su vez, espera que los ingresos de su negocio de suscripciones y servicios (que incluye stablecoins, staking, custodia y su producto Coinbase One), estén entre US$685 y US$765 millones en 1Q25, lo que significaría un crecimiento de 13% qoq y de 41,9% yoy. Pese a esta espectacular performance, las acciones de la compañía se operan con caídas en torno a -1,5% previo a la apertura del mercado en parte debido a las perspectivas futuras del negocio. La posibilidad de encontrarnos con una Fed más restrictiva durante 2025 consecuencia de la inercia inflacionaria pone en duda lo que podría ser el desempeño de las criptomonedas en 2025. Se necesitaría un año muy positivo para que COIN pueda mantener sus niveles de 2024.

Moderna (MRNA)

En la mañana de hoy, la empresa farmacéutica publicó los resultados correspondientes al cuarto trimestre de 2024. Los ingresos fueron de US$966 millones y superaron en un 2,5% las estimaciones de mercado (US$943 millones). Sin embargo, la sorpresa llegó por el lado del resultado neto, donde la compañía registró una pérdida de US$2,9 por acción en relación con los -US$2,7 del consenso de los analistas. Se trata de otro trimestre con dificultades para mantener una línea de crecimiento y que continúa obligando a Moderna a acelerar el lanzamiento de nuevos productos que le permitan recuperarse del marcado declive del negocio de Covid. No obstante, desde la compañía aclararon que el último trimestre se vio afectado por un cargo de US$238 millones relacionado con la finalización de un contrato de fabricación. Adicionalmente, el CEO, Stéphane Bancel, comentó que avanzaron durante todo 2024 en la fase final de desarrollo de productos y en el programa de reducción de costos. En este sentido, Moderna presentó con éxito tres solicitudes de licencia de productos biológicos en los últimos meses del año, al mismo tiempo que logró una reducción de los gastos del 27% (FY24 vs FY23). Hacia adelante, la empresa buscará conseguir hasta 10 aprobaciones de productos entre 2025 y 2027, mientras que, para finales de 2025 tiene como objetivo la eliminación de casi US$1.000 millones en costos. Por último, MRNA reiteró el guidance de ventas para el 2025 en un total de entre US$1.500 millones y US$2.500 millones, de los cuales esperan que el mayor porcentaje se materialicé en la segunda mitad del año. Está claro que el panorama para la compañía es cuanto menos desafiante, en un escenario cuya acción ya marcó una caída de alrededor del 20% en este 2025, luego de que en enero recortara las estimaciones de ventas en aproximadamente US$1.000 millones. Será clave que pueda consolidar la rápida reestructuración y conseguir el lanzamiento de nuevos productos. Los papeles de la compañía caen alrededor de 6% en el premarket.

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